Por Peter Borgman
La visualización creativa, que también se conoce como imaginería mental, alude a tu imaginación. El proceso es sencillo: se trata que te veas en la situación deseada y de que sientas placer y satisfacción. Debes verte en el proceso de evolucionar, natural y tranquilamente, hacia la situación a la que tanto aspiras.
¡Vamos! Cierra los ojos y... ¡visualiza!
No cabe duda de que no es tan sencillo como pudiera pensarse en primera instancia, ya que al principio tenderás a interrumpir tu visualización con objeciones que consideraras legítimas. No obstante, estas objeciones deben desaparecer por completo; debes visualizar tu objetivo como si ya fuera un hecho consumado y como si ya estuvieras saboreando el éxito alcanzado.
En cierto modo, la visualización creativa tiene la finalidad de completar y perfeccionar tus pensamientos creativos en el sentido de que te permite precisar los detalles y corroborar a la vista, los resultados de las afirmaciones sobre las cuales has fundado tantas esperanzas.
Cualquier afirmación, hecha con decisión y revestida de una visualización positiva, produce sistemáticamente modificaciones importantes y sólo de ti depende que estas te permitan a la vez concretar tus mas caros anhelos, satisfacer tus más grandes ambiciones y obtener la posición económica a la que tanto aspiras.
"Si de todos modos tenemos que pensar,
entonces, ¿porqué no pensar en grande?"
-Donald Trump
Una de las principales dificultades para las personas que han perdido la confianza en sí mismas, es no permitirse pensar en grande porque están convencidas de que valen muy poco como para tener derecho a esperar mucho. Cuando se atreven a fijarse metas, éstas son tan modestas, tan fáciles de alcanzar, que carecen por completo de desafío, al igual que de la satisfacción que la meta persigue.
Debes trazarte objetivos que siempre te permitan superarte, que te planteen retos y que te proporcionen placer al perseguirlos. David Lyle Boren dice acertadamente que los desafíos "hacen que descubras por ti mismo cosas que ni siquiera sospechabas: esto es lo que te engrandece y te impulsa más allá de los límites".
Transfórmate en la persona que deseas ser durante tus visualizaciones creativas. Tan pronto te convenzas íntimamente de que te has convertido en el ser que habita en tus imaginerías, actuarás en conformidad y te habrás transformado en verdad porque, tarde o temprano, serás forzosamente lo que tu mente ha concebido e imaginado para tí.
Todas las personas ricas y exitosas, todos los millonarios que han triunfado por esfuerzo propio, sin importar sus orígenes, lo fueron primero en su mundo virtual, antes de serlo en el mundo real. También tú tienes el deber, en tanto ser humano, de mirar a lo lejos, de pensar en colores y de tener grandes aspiraciones, pues tú eres el único capitán de tu navío. ¡Tú, y sólo tú, tienes el poder de llevar el timón! En cualquier circunstancia, se te ofrecen todas las opciones. No digas que no las tienes, siempre las tienes.Todo está en tu percepción y en tu forma de abordar los acontecimientos negativos.
Entonces, conforme a esta perspectiva, siendo tú el único arquitecto de tu vida, ¿porqué no decidir pensarte como líder, recurriendo a tí mismo... como el actor principal? Debes tener en mente que el éxito es precisamente un estado de ánimo. Si deseas tener éxito, comienza por pensarte ganando. ¡Triunfando! ¿Realmente deseas valer más, agregar plusvalía a lo que eres en la actualidad? Pues entonces no temas pensar en grande, a poner la mira a distancia y a tener grandes logros.
El Secreto del éxito radica en imaginar lo que te gustaría ser como si ya lo fueras, y en no conformarte con el lugar de los vencidos. No te dejes rendir por las contingencias cotidianas. Cuando hayas visualizado perfectamente lo que deseas ser, entonces los medios para lograrlo se impondrán por sí mismos, pues tu subconsciente ya conocerá todos los caminos para llegar a la meta.
¡Si piensas en grande, te vuelves grande!
¡Con aspiraciones elevadas alcanzarás la cima!
¡Si miras lejos, llegarás lejos!
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