
Si la gente vive infeliz e insatisfecha por mucho tiempo, el sentimiento de rendición y aceptación de esa realidad podría convertirse en su zona de confort. Ellos sucumben ante la creencia de que esta es la carta que se les ha barajado y se niegan la posibilidad de algo mejor.
El hecho triste es que a través del tiempo, este falso estado mental se vuelve su identidad. Como resultado, cualquier intento de cambio es imposible, porque intentar cambiar algo al nivel de la identidad es extremadamente difícil. Es tan difícil como intentar re-programar toda la computadora que tu mente y tu cuerpo es.
La solución, como en muchos otros casos donde se enraizan fuertemente creencias limitantes, es observar tus pensamientos y sentimientos. Tomas conciencia de tus sentimientos, decidir si realmente los necesitas o no, y dejarlos ir. Haz lo mismo con tus pensamientos, porque sentimientos y pensamientos se alimenta los unos a los otros, y necesitas tratarlos de la misma manera. Si comienzas a reconocer una emoción negativa en su momento de gestación y aprendes cómo frenarla inmediatamente, podrás redirigir tu energía desde lo que no deseas hacia lo que sí deseas en tu vida.
Este proceso requiere práctica, pero hay muchos métodos útiles para hacer este proceso más fácil (por ej., EFT o el Método Sedona). Si todavía se te hace difícil, intenta preguntarte si sinceramente crees que alguien, incluyéndote a ti mismo, ha nacido infeliz. Todos nacimos con la misma oportunidad de ser felices; simplemente nosotros decidimos tomar diferentes rutas hacia ella.
Ahora ha llegado tu posibilidad de deshacerte de tus propias creencias y tomar una nueva ruta en tu vida.
Natalie Ekberg
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