
Por Miguel Ángel Cornejo
¿Quiere usted tener oportunidades para alcanzar el éxito?
Ser excelentes es comprender que la vida no es algo que se nos da hecho, sino que tenemos que fabricar las oportunidades para alcanzar el éxito.
La buena suerte se da cuando hacemos coincidir la oportunidad y la preparación.
¿Se ha dado cuenta de que de cada diez oportunidades que se le presentan en la vida, tan sólo una se debe a la casualidad (al amuleto que trae colgado del cuello), y las restantes nueve las ha producido usted mismo?
Está escrito en la Biblia: "El que busca encuentra". La buena suerte hay que salir a buscarla, y quien insiste en lograr algo, mágicamente produce las circunstancias necesarias para que ocurra. Si usted mantiene una actitud mental positiva, le aseguro que encontrará lo que busca.
Dwigth Einsenhower, quien fuera presidente de Estados Unidos, decía: "...para aprovechar la buena suerte hay que estar preparado". ¿Cuántas oportunidades se nos han escapado de las manos por falta de audacia, de conocimientos, de recursos o de tiempo? Lo importante es estar alerta y dispuesto a aprovecharlas.
Como seguramente usted sabe, en el mundo hay dos tipos de personas: las que esperan que las cosas sucedan, y las que hacen que las cosas sucedan.
Existen ejecutivos y ejecutados. No espere, ¡actúe!
La mejor forma de iniciar el día es con la firme convicción de aprovechar todas las oportunidades que se presenten. Todas las dificultades y adversidades con las que nos topamos, y que nos parecen tan malas, conllevan una lección, una oportunidad de beneficio, pero para encontrarla también hay que prepararse y aprovecharla. Ésta es la diferencia entre quien se deja abatir por la adversidad y quien de toda dificultad obtiene una enseñanza y una opción para mejorar.
Permítame contarle una historia: Un hombre llevó a su hijo de cuatro años a unas grutas maravillosas. El chico arrojó una piedra y se sorprendió por el eco que se produjo. Entonces gritó:
-¡Horrible! -y el eco devolvió el grito-: ¡Horrible!
El chico volvió a gritar:
-¡Espantoso! -y el eco le devolvió el grito.
Impresionado ante lo desconocido, el niño preguntó a su padre el porqué de esa resonancia. El padre, inteligentemente, lo tomó entre sus brazos y le dijo:
-Hijo mío, escucha nuevamente -y gritó-: ¡Maravilloso! -y el eco devolvió el grito.
Gritó entonces:
-¡Espléndido! ¡Hermoso! ¡Bello! -y cada grito fue correspondido por el eco de la gruta.
El niño sonrió y volvió a preguntar:
-¿Qué es?
El padre le dijo:
-Es la vida, hijo mío, como la llames te contesta; pídele lo mejor y te dará lo mejor, pídele lo peor y te dará lo peor.
Y así es: si usted se levanta pensando que le irá mal hoy, le puedo predecir que así será, y si además consulta con el horóscopo y éste le indica que hoy es un día lleno de dificultades, le aseguro resultados negativos, y no por culpa de los astros, sino porque nuestra mente nos predispone y hace lo posible para que las cosas sucedan de acuerdo con nuestras expectativas. Espere lo mejor y la vida le dará lo mejor.
No tiene porqué vivir del lado negativo, mejor propóngase lo positivo y le aseguro que corre el riesgo de ser un triunfador; a final de cuentas estará encontrando en toda adversidad oportunidades para mejorar.
Web del autor: http://www.cornejoonline.com/
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