Advertisement

¿Depresión? ¡No Gracias!

depresion

Qué lindo, qué lindo es estar juntos de nuevo, hablando de temas interesantes. ¿Qué pasará con la depresión? ¿Será un problema genético? Yo estoy convencido, no convencido, sino convencidísimo de que no.

Las ciencias terapéuticas dicen que la depresión sucede por la alteración de unas sustancias químicas en el cerebro, pero seguro que no. Nosotros hemos hecho estudios a amigos deprimidos, antes de comenzar los cursos con nosotros y a la semana o dos semanas los niveles de la serotonina (sustancia a la que se relaciona con la depresión) estaban absolutamente normales. ¿Qué significa? Que si yo me deprimo se alteran las secreciones químicas. Como que todos tenemos laboratorios muy precisos donde el cerebro ordena fabricar tal cosa al hipotálamo y éste a los fabricantes de esos químicos. Por ejemplo, si necesitamos correr necesitamos generar adrenalinas para darle más potencia a nuestros músculos. Si necesitamos estar más eufóricos necesitamos generar determinados neurotransmisores, pero todo esto coordinado por nuestra mente. Vamos a explicarlo mejor.

No porque se alteraron nuestras reacciones químicas estoy mal, sino porque estoy mal, se alteran las reacciones químicas. Te lo explico mejor.

Si por cuestiones muy especiales yo empiezo a deprimirme y no me doy cuenta, voy llenando mi copa con gotitas y gotitas, por lógica estoy alterando mis secreciones químicas y cuando me voy a hacer un estudio, ahí me doy cuenta que ya estoy deprimido del todo. No me deprimí por la secreción química, sino que ya venía alterándome y poniéndome histérico o neurótico por miles de cosas y como consecuencia se desbordó la copa y caigo en un pozo depresivo.

Es muy cómodo echarle la culpa a la genética o a las secreciones químicas, porque no sabemos muy bien cómo hacer para cambiar. Claro que hay químicos que podemos tomar para estimular una reacción. También a tu carro le puedes poner aditivos, cuando está por desbielarse, pero sabes que se va a desbielar. El aditivo va a hacer que funcione un poco mejor, pero ¿por cuánto tiempo? Por más que te quieras mentir, sabes que ese aditivo hace que funcione bien hasta que los metales se rompan.

Algo similar pasaría con nuestra mente, sin ser lo mismo. Por más que la mona se vista de seda, mona se queda. Por más que tomes 80 mil químicos para que circunstancialmente te sientas bien… Es lo mismo que un viagra; por más que tomes, la impotencia por ahí anda… ¿Lo entendimos?

Lo ideal sería cambiar nuestra forma de procesar pensamientos, para que no precisemos deprimirnos y no justificar nuestra depresión a través de lo químico o lo genético.

Cuando la vida te da un sacudón, hay que utilizarlo para crecer y no como nenes de 5 años, ponernos a llorar. Te pondrás triste, pensativo, si, pero un ratitito, en lo que comprendes lo que pasó; pero hay que levantarse rápidamente y no llorar ante nada. Toda persona que ante las adversidades llora es porque quiere seguir estando como está. No hay vuelta que darle; esa es una mentalidad de 5 años. Y por más que tú me digas lo que me digas, el llorar pretende, a través de la lástima, controlar a otros, para que nos protejan o no nos castiguen. Basta de buscar protección; ante las adversidades no hay que achicarse ni ponerse a llorar, sino enfrentarlas; tal vez con miedo, pero serenamente y disfrutando desde antes sabiendo que uno algo va a aprender.

He dicho que a la gente le conviene estar mal. ¿Te imaginas qué harías si dejaras a un lado tu depresión y no viene el Chapulín Colorado a protegernos? Les mando un beso grandote.

“Sólo cambié mi actitud…
Todo cambió.”
-Anthony de Mello


Leonardo Stemberg
http://www.leonardo.fm/

Publicar un comentario

0 Comentarios