Todo hombre es lo que es a causa de los pensamientos dominantes que él permite que ocupen su mente.
El hombre puede convertirse en el dueño de si mismo y de su ambiente, porque tiene el poder de influir en su propio subconsciente.
La pobreza y la riqueza son hijas del pensamiento.
No hay limitaciones para la mente excepto las que aceptamos.
No se requiere más esfuerzo para apuntar alto en la vida, para reclamar abundancia y prosperidad, del que hace falta para aceptar la miseria y la pobreza.
Una mente dominada por emociones positivas se convierte en una morada favorable para el estado mental conocido como fe.
¿Quién dijo que no podía hacerse? ¿Y qué grandes victorias se le reconocen a esa persona que la capaciten para juzgar a otras correctamente?
La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, o el más ligero, porque tarde o temprano, el hombre que gana es aquél que cree poder hacerlo.
Una meta es un sueño con fecha de entrega.
Creo en el poder del deseo respaldado por la fe, porque he visto cómo ese poder elevaba a hombres desde comienzos humildes a posiciones de poder y riqueza.
Cuando la derrota viene, acéptela como una señal, de que sus planes no son sólidos, reconstruya esos planes y embárquese otra vez hacia su meta codiciada. Si se rinde antes que su meta haya sido alcanzada, usted es un "perdedor".
Su gran oportunidad se puede encontrar justo donde está ahora mismo.
Cuando la riqueza llega lo hace con tal afluencia y abundancia que uno se pregunta dónde estaba en los días de penuria.
Ningún hombre tiene la oportunidad de disfrutar de un éxito permanente hasta que empieza a buscar en el espejo la verdadera causa de todos sus errores.
Un deseo ardiente de ser y de hacer es el punto inicial desde el que el soñador debe lanzarse. Los sueños no están hechos de indiferencia, pereza, ni falta de ambición.
Los pensamientos combinados con cualquiera de las emociones constituyen una fuerza "magnética" que atrae otros pensamientos similares o relacionados.
Una buena idea es todo lo que se necesita para alcanzar el éxito.
El fracaso asola a aquellos que se resignan a él con indiferencia.
Si piensas que perderás, estás perdido, pues el mundo nos enseña que el éxito empieza en la voluntad del hombre... Todo está en el estado de ánimo.
Busca el lado positivo y agradable, aun de las situaciones más complicadas y dolorosas. Es una disciplina que te ayudará a pasar más fácilmente los momentos difíciles, y a convertir los problemas en oportunidades.
¡Lo que la mente del hombre puede concebir y creer, la mente del hombre lo puede lograr!
Napoleon Hill
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