
Aunque no seas del todo consciente de tu naturaleza vibratoria, eres un Ser vibratorio que vive en un Universo Vibratorio. De hecho, ¡todo vibra!
Cuando le prestas atención a algo: a una idea, a un recuerdo, a una situación que estás observando, a un sueño o fantasía que estás visualizando..., estás activando una vibración. Cuando tu enfoque provoca esa activación, ese contenido vibratorio se convierte en tu punto de atracción. Siempre que piensas en algo, su contenido vibratorio se convierte en una parte activa de tu esencia vibratoria, y el sujeto de tu atención empieza a acercarse a ti.
La mayoría de las personas no se dan cuenta de que pensar en algo es invitar a que se manifieste la esencia de ese «algo». Por supuesto, cuando tomaste la decisión de venir a este cuerpo, comprendías la naturaleza vibratoria de tu mundo y de este Universo, y estabas entusiasmado, porque creías en tu capacidad de concentrarte deliberadamente.
El conocimiento de la naturaleza vibratoria de tu Universo es reconfortante y estimulante: reconfortante, en el sentido de que sabes que no tienes nada que temer porque no puede venir nada que no hayas invitado, y estimulante, en el sentido de que sabes que puedes atraer todo lo que desees para disfrutar de su gozosa experiencia.
Cuando te das cuenta de que con tus vibraciones atraes a todas las cosas que llegan a tu vida y de que tienes el control de lo que sucede, tu mundo se abre a nuevos horizontes... No necesitas limitar tu experiencia con una postura de guardia o de protección, porque nada que no desees irrumpirá en tu experiencia. Eres el creador de tu propia experiencia, y nadie tiene poder sobre la misma. Eso es así para todos.
Abraham Hicks
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