Mi tía abuela tiene casi 80 años. Ella vive sola desde hace mucho tiempo y siempre está contenta a pesar de no tener compañía.
Ella se siente tan bien consigo misma que jamás se siente sola, pues la acompañan sus libros, sus canciones, sus plantas, sus trabajos de manualidades.
Ella dice que cuando entendió que ni un solo día debe pasar como uno más, se propuso aprender algo nuevo cada día y hacer algo por su felicidad. Ese era su secreto: El Amor hacia ella misma.
Mientras nos esforzamos por ser valorados por los otros, olvidamos amarnos y respetarnos a nosotros mismos. Debemos ser nuestros mejores amigos y compañeros.
Amarnos no significa despreocuparnos de los demás, significa confiar en nuestro potencial y estar preparados para entregarnos y dar ternura, además de recibirla.
Cuando nos tratamos bien a nosotros mismos alimentamos nuestro espíritu y cultivamos la compasión por los demás. Gandhi comprendió esto y lo expresó con estas palabras:
"Si una persona crece espiritualmente, el mundo entero gana también en ese sentido, y si una persona retrocede, el mundo entero también lo hace."
La ternura es una invitación a respetar y mimar, incluso a aquellos con los que tenemos poco en común.
"El que se apoya en los demás, ve cómo vacila el mundo; el que se apoya en sí mismo se mantiene seguro".
"Adonde quiera que vayas y con quien quiera que te encuentres, allí hallarás a tu propio amor esperándote."
Ami Tanner
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