"El pensamiento es omnipotente y tiene el poder de recurrir al banco infinito de la substancia única para obtener todo lo que necesita. Por lo tanto tienes a tu alcance unos recursos infinitos"
Hay una estupenda propiedad esperando a ser reclamada. Sus grandes extensiones, con abundantes cultivos, arroyos y bellos árboles, se extienden hasta donde alcanza la vista. Hay una mansión espaciosa y alegre, con pinturas poco comunes, una biblioteca bien surtida, ricas lámparas de techo y todas las comodidades y lujos. Lo único que tiene que hacer el heredero es declarar su derecho a la herencia, tomar posesión y usar la propiedad. Tiene que utilizarla; no debe dejar que se deteriore, pues el uso es la condición para conservarla. Descuidarla es perder la posesión.
En los dominios de la mente y el espíritu, en los dominios del poder práctico, hay una propiedad como esa, y es tuya. ¡Eres el heredero! Puedes declarar tu derecho a heredarla y poseerla, y usar esta rica herencia. El poder sobre las circunstancias es uno de sus frutos; la salud, la armonía y la prosperidad son bienes en su balance. Te ofrece serenidad y paz. El coste es únicamente la tarea de estudiar y cosechar sus grandes recursos. No exige ningún sacrificio, excepto la pérdida de tus limitaciones, tus servidumbres y tus debilidades. Te reviste de honor y coloca un cetro de poder en tus manos.
Charles F. Haanel
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