1. Controla tu diálogo interior
Observa qué parte de tu diálogo interior se centra en lo que te falta, en las circunstancias negativas, el pasado y las opiniones de los demás. Cuanto mayor conocimiento tengas de tu diálogo interior, más pronto podrás cambiar en mitad del desarrollo interior habitual, y pasar de me molesta lo que me falta a tengo intención de atraer lo que deseo y dejar de pensar en lo que no me gusta. Ese nuevo diálogo interior se transformará en el vínculo que te conecte a la intención.
2. Ilumina los momentos de duda y depresión
Observa los momentos que no forman parte de tu naturaleza más elevada. Rechaza los pensamientos que fortalezcan tu incapacidad para corresponderte con la Fuente. Un buen consejo: Mantente fiel a la Luz. Hace poco un amigo y maestro mío se enteró de que yo tenía cierto problema y me escribió lo siguiente: “Wayne, recuerda que el sol brilla tras las nubes”. Mantente fiel a la Luz que siempre está ahí.
3. Sé consciente de la baja energía
Recuerda que todo, incluidos tus pensamientos, posee una frecuencia energética que puede calibrarse para determinar si te va a fortalecer o a debilitar.
Cuando veas que tienes pensamientos de baja energía o que estás inmerso en una energía baja, debilitadora, decide llevar una vibración más alta a esa situación que te debilita.
4. Habla con tu ego y dile que hoy no ejerce ningún control sobre ti
En la habitación de mis hijos he enmarcado la siguiente observación, que ven todas las mañanas. Aunque se ríen de ella y hacen bromas, reciben el mensaje fundamental y lo dicen en voz alta cuando cualquiera (incluso yo) se disgusta durante el día:
Buenos días,
Soy Dios.
Hoy voy a ocuparme
De todos tus problemas.
Como no necesito tu ayuda,
Que pases un maravilloso día.
5. Considera los obstáculos oportunidades para poner en práctica tu firme propósito
Ya sabes lo que significa "firme". Tengo intención de mantenerme conectado con mi Fuente y obtener el poder de mi Fuente. Esto significa estar en paz, distanciarte de las circunstancias y verte como el observador, no como la víctima… para a continuación devolvérselo todo a tu Fuente y saber que recibirás cuanta orientación y ayuda necesites.
Wayne W. Dyer
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