Por la tarde, otro hombre pregunta: «¿Existe Dios?» Buda dice: “Sí.”
Después, al anochecer, un tercero pregunta: «¿Existe Dios?» Buda permanece en silencio. En un solo día: por la mañana, no; por la tarde, sí; al anochecer, silencio, ni sí ni no.
El discípulo de Buda, Ananda, se quedó perplejo. Había oído las tres respuestas. Por la noche, cuando todos se habían ido, le preguntó a Buda: «¿Puedo hacerte una pregunta? En un solo día, has contestado a una pregunta de tres maneras; y no sólo diferentes, sino contradictorias. Mi mente está desconcertada. No puedo dormir si no me contestas. ¿Qué quieres decir? Por la mañana dices que sí, por la tarde que no, al anochecer permaneces en silencio. Y la pregunta era la misma.»
Buda dijo: «Pero los que preguntaban eran diferentes. ¿Y cómo van a hacer la misma pregunta personas diferentes?». Esto es realmente hermoso, muy profundo. Dijo: «¿Cómo van a hacer la misma pregunta personas diferentes? Una pregunta sale de un ser, es algo que crece en él. Si el ser es diferente, ¿cómo va a ser la misma la pregunta? POR LA MAÑANA, CUANDO DIJE QUE SÍ, EL HOMBRE QUE ESTABA PREGUNTANDO ERA ATEO. HABÍA VENIDO A OBTENER MI CONFIRMACIÓN DE QUE DIOS NO EXISTE. Y YO NO PODÍA CONFIRMAR SU ATEÍSMO, PORQUE ESTABA SUFRIENDO A CAUSA DE ÉL. Y COMO NO PODÍA CONTRIBUIR A SU SUFRIMIENTO Y QUERÍA AYUDARLE, DIJE: «SÍ, DIOS EXISTE.» Así es como traté de destruir su supuesto ateísmo. Por la tarde, cuando vino la otra persona, ERA UN TEÍSTA. Y ESTABA SUFRIENDO POR SU TEÍSMO. A ÉL NO PODÍA DECIRLE QUE SÍ, PORQUE ESO HABRÍA SIDO UNA CONFIRMACIÓN: LO QUE HABÍA VENIDO A BUSCAR.
ENTONCES SE MARCHARÍA DICIENDO: «SÍ, LO QUE YO DECÍA ERA CIERTO. Incluso Buda lo dice.» Y el hombre estaba equivocado. No podía ayudar en su error a un hombre equivocado, de modo que TUVE QUE DECIR QUE NO PARA DESTRUIR TODO LO QUE ES ESE HOMBRE, PARA DESTRUIR SU MENTE.
«Y el hombre que vino al anochecer no era ninguna de las dos cosas. Era un hombre sencillo, inocente, y no estaba pidiendo ninguna confirmación. No tenía ninguna ideología; era una persona realmente religiosa. De modo que tuve que permanecer en silencio. Le dije: "PERMANECE EN SILENCIO RESPECTO A ESTA PREGUNTA. NO PIENSES EN ELLA." Si le hubiera dicho que sí, habría sido erróneo, porque no había venido a encontrar una teología. Si le hubiera dicho que no, habría sido erróneo, porque no había que corroborarle ningún ateísmo. Él no estaba interesado en pensamientos, en ideas, en teorías, doctrinas, no; era un hombre realmente religioso. ¿Cómo iba a pronunciar ninguna palabra ante él? Tuve que permanecer en silencio. Él comprendió mi silencio. Cuando se fue, su religiosidad se había hecho más profunda.»
Buda dijo: «TRES PERSONAS NO PUEDEN HACER LA MISMA PREGUNTA. PUEDEN FORMULARLA DE MANERA SIMILAR; ESO ES OTRA COSA. Todas las preguntas eran: "¿Existe Dios?". Su formulación era la misma, pero el ser del que venía la pregunta era totalmente diferente. QUERÍAN DECIR COSAS DIFERENTES CON ELLA: SUS VALORES ERAN DIFERENTES, SUS ASOCIACIONES CON LAS PALABRAS ERAN DIFERENTES.»
Entonces Buda dijo otra cosa, que es incluso más significativa. Dijo: «Ananda, ¿por qué estás perturbado? El asunto no iba contigo; no deberías haber escuchado, porque ninguna de las respuestas te fue dada a ti. Deberías permanecer indiferente; de lo contrario, te volverás loco. No vengas conmigo, porque me involucraré con muchísimos tipos de personas. Y si escuchas todo lo que no se te dice a ti, te quedarás confuso y loco.
Si tienes la misma pregunta, hazla, y entonces contestaré. Pero recuerda: no contesto a las preguntas, sino a quien las hace. Respondo. Miro al hombre, veo su trasfondo, el hombre se vuelve transparente..., y ésta es mi respuesta. La pregunta es irrelevante; el que pregunta es relevante.»
Osho
0 Comentarios