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Su Imagen Mental le Salvó la Vida


Nuestros ojos sólo puede ver aquello que ya existe en el mundo físico. Más, sin embargo, una imagen mental es tan real como su mano derecha. Todo aquello que forme en su imaginación es tan real como cualquier parte de su cuerpo y en cualquier momento aparecerá en el mundo objetivo.

Cuando usted tiene plena convicción de su imagen mental, cualquier pensamiento que produzca su mente consciente será la sustancia que conforme la cosa esperada y la evidencia de la cosa no vista. 

Por tanto, la forma sencilla y lógica de formular una idea es visualizarla; mirarla y detallarla en su imaginación, tan nítidamente como si estuviese viva o en estado concreto, tangible. Lo que usted visualice con su vista mental, existe ya en los planos invisibles de la mente; su convicción produce la impresión necesaria de esa realidad en su subconsciente, quien a su vez se movilizará, convirtiéndola en un hecho o vivencia real.

El teniente coronel I. P. Carne relataba su vida como prisionero en Corea. Durante los dieciocho meses de su solitario encarcelamiento, no tuvo una sola palabra de rencor para sus captores chinos los cuales le imponían una muy dura sentencia, tanto que los médicos estaban sorprendidos de su supervivencia. 

Pero el Sr. Carne tenía una determinación férrea de salir con vida de ese lugar. Conocía el poder de su mente subconsciente y reconocía a la Divinidad que habitaba en él. Diariamente, en su imaginación, caminaba alrededor de su jardín -en Inglaterra- y escuchaba las campanas de la iglesia darle la bienvenida a casa. 

El Sr. Carne decía: "La imagen mental de este glorioso lugar -sus seres queridos, su jardín, su casa- mantenían por siempre mi mente con ánimos. Ni por un instante los dejaba escapar."

En lugar de experimentar resentimientos u odios, o recrearse recriminaciones, en su mente tenía una visión constructiva de sí mismo. Se imaginaba en casa con sus seres queridos, sentía la emoción y el regocijo de todo ello. Al contemplar el jardín en pleno florecimiento, veía las plantas crecer y, producir frutos. Aquello era vívido y real en su mente. Lo sentía muy íntimo en su imaginación. 

Decía que otros hombres perdían la razón o morían, pero él se salvó porque tenía una visión: "Una visión que nunca dejé escapar."

El gran secreto del Sr. Carne era su actitud mental en medio de las privaciones, la miseria y la suciedad. Él era leal a su representación mental y nunca se desvió de ella. Nunca promovió en su mente imágenes negativas. 

Al final, cuando llegó a su casa en Inglaterra, se dio cuenta del significado de la profunda verdad de que: 

"Vamos hacia donde se encuentra nuestra visión."


Joseph Murphy

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