
No quiero complicarte la vida con palabrerías y un montón de conceptos, pero hay algo que quiero que entiendas para que te sea aún más fácil entender lo fácil que es cambiar y empezar a caminar por donde te indica tu intuición.
Relájate, ponte cómodo y ve leyendo despacito, despacito que todo se irá acomodando en esa mente tan maravillosa que tienes para salir a flote cuando lo necesites.
Escucha esto y léelo con atención.
Mucha gente cree en lo que cree como verdad absoluta, y porque cree en lo que cree le pasa lo que le pasa. No te estoy diciendo nada nuevo ni nada raro.
Tienes que empezar por quitarte la máscara que tienes ante ti y comenzar a ser lo que puedes ser y no lo que una cultura hizo de ti a través de los años.
Mi agresividad al dirigirme a ti no es gratuita ni intento ofenderte a ti como persona, sino a la negatividad que con frecuencia opera en tu conducta y que no es posible extirparla con consejitos y palmaditas de apoyo.
Es muy fácil decirlo pero imposible hacerlo cuando tú no lo quieres hacer, cuando prefieres cómodamente seguir siendo lo que tus padres hicieron de ti para seguir culpándolos de todo lo que te pasa, o depositando en tus hijos, tu cónyuge, las vecinas y hasta en el perico el origen de tus problemas.
Empecemos de nuevo. El día que logre entender que por no aceptar mi responsabilidad ante la vida estoy destruyendo mi propia vida, voy a entender que necesito cambiar si no quiero llegar a los ochenta años diciendo: “¿Qué hice con mi vida?”.
Si creo que la felicidad es algo que me viene de afuera, que es algo que llega con un novio/a, con la riqueza, con la fama, con la salud, no la conseguiré nunca porque como dijimos, y si no lo dijimos, entérate ahora: La felicidad es una actitud mental hacia la vida que me permite disfrutar lo que realmente soy y no existe absolutamente nada en el exterior que me la pueda proporcionar si yo no estoy internamente dispuesto a identificarla.
La felicidad es también saber llorar cuando uno tiene ganas de hacerlo, es descubrir en uno lo que realmente quiere ser y que la inteligencia nos ayude a conseguirlo.
TÚ ERES LO QUE TUS PENSAMIENTOS TE PERMITEN SER y a través de ellos construyes las circunstancias que te rodean.
Cuando aprendas a manejar a voluntad tus pensamientos desplazando la negatividad que hasta hoy te ha acompañado, serás tú quien maneje a voluntad las circunstancias sin que, como hasta hoy, las circunstancias te manejen a ti.
¿Sabes qué lindo es ser uno a pesar de lo que le pase?... y quizá tú sabes lo tremendo que es salir inseguro a transitar por esta vida porque uno sabe que las circunstancias lo desequilibran a uno.
Tus padres no son culpables de las pautas culturales con las que orientaron tu educación, ellos también fueron educados dentro de este limitado esquema.
Pero de todas formas, todos somos responsables de alguna manera de que estas pautas sigan transmitiéndose de generación en generación, porque todo intento de cambio que hemos realizado hasta hoy siempre atacó las conductas del hombre, pero nadie trabajó realmente por cambiar la construcción de los pensamientos que nos llevarían a tener los comportamientos que hoy tenemos.
Nuestro buen amigo Freud, en mi opinión, ha sido el máximo gestor de una gran mentira porque no ayudó al hombre a descubrirse como responsable de lo que le pasa, sino que cubriendo una necesidad sociocultural muy grande en el periodo de la postguerra que le tocó vivir, ayudó al individuo a NEGOCIAR con su problemática, en lugar de resolverla.
No negocies nunca más con tus problemáticas; si algo en ti debe cambiar, ¡hazlo ya!
“Cambiar es fácil, lo difícil es que entiendas que es tan fácil.”
Leonardo Stemberg
www.leonardo.fm
0 Comentarios