Qué lindo, qué lindo es llegar hasta sus casitas de nuevo. Cuando fuimos chicos nos dijeron que para todo en la vida había que tener fuerza de voluntad. Para mí, es una gran mentira. Nos dijeron cuando éramos chicos que si no hay constancia, no íbamos a lograr nada. Para mí, es otra gran mentira; porque si la fuerza de voluntad y la constancia se suman a una mente negativa, la trayectoria en la vida será siempre de destrucción. Cuando simplemente el ser humano, en lugar de tener constancia y fuerza de voluntad, cambia su mentalidad ante la vida, se dará cuenta que a través de una mente no destructiva no hará falta ni siquiera la fuerza de voluntad ni la constancia porque las cosas se van a dar.
Si un ser humano quiere sufrir en esta vida, su fuerza de voluntad estará al servicio del sufrimiento, y si un ser humano quiere disfrutar la vida, esa fuerza de voluntad, que es ese poderosísimo motor que todos tenemos adentro para hacer cosas, estará al servicio de estar bien. Para cambiar no hace falta fuerza de voluntad, ni siquiera querer, sino saber cómo.
Toda persona que no sabe lo que quiere, tiene que pensar qué decir por miedo a decir lo que no le conviene. Pero toda persona que sabe lo que quiere, su mente está tan predispuesta acorde a lo que tiene claro, que no precisa pensar nada; dice y ya. Te lo explico mejor.
La mente funciona a velocidades increíblemente hermosas, salvo cuando la persona que controla la mente no sabe qué es lo que quiere. El controlador general de nuestra mente son nuestros objetivos, lo que busco en la vida. El ser humano inseguro piensa qué decir y el que tiene claro lo que quiere, siente lo que dice. Te lo explico mejor. La persona que no tiene claro lo que quiere y tiene una confusión tremenda entre lo que dice que quiere y lo que necesita, confunde lo que dice, lo que piensa y lo que hace. Pero el que tiene claro lo que quiere, lo que hace, lo que dice y lo que piensa, coincide.
Con las pautas culturales que hoy tengo, mi mente confunde la inteligencia con la sapiencia; creemos que inteligente es quien tiene un título o el que tiene un promedio muy alto. Eso es sapiencia: la acumulación de conocimientos. La inteligencia es la aplicación del conocimiento. Mucha gente se siente ofendida y ese es su problema cuando digo lo siguiente: cualquier animal es más inteligente que nosotros porque lo poco que sabe lo aplica. Nosotros sabemos mucho y no aplicamos nada. Tu abuelo, que quizá nunca fue a la escuela, fue más inteligente porque cuando tenía que resolver algo lo hacía; nosotros dejamos todo para después.
La falta de inteligencia hace que uno siempre justifique el no hacer lo que tiene que hacer y empieza a mentirse y poner un chorro de pretextos. La falta de inteligencia es no resolver lo que tienes que resolver. Lo que sea. La falta de inteligencia es la consecuencia inexorable que sufre cualquier persona que haya sido educada con pautas sobreprotectoras, con golpes, con gritos; diciendo para todo: Gracias a Dios. Agradezcamos a Dios que estamos vivos. ¿No será que tenemos que dejar a Dios tranquilo y hacernos responsables de nuestros actos, y no culparlo a él de todo lo que nos pasa?
Yo siempre digo que todo intento de crecimiento de Leonardo fue un intento, hasta que Leonardo aprendió a hacer que la negatividad se distraiga. Lo repito mejor. Cada vez que uno crece es porque pudo vencer el miedo a crecer; así está educada nuestra mente y cada vez que pude distraer a mi negatividad, pegué un saltito. Les mando un abrazo grandote.
Leonardo Stemberg
www.leonardo.fm
La mente funciona a velocidades increíblemente hermosas, salvo cuando la persona que controla la mente no sabe qué es lo que quiere. El controlador general de nuestra mente son nuestros objetivos, lo que busco en la vida. El ser humano inseguro piensa qué decir y el que tiene claro lo que quiere, siente lo que dice. Te lo explico mejor. La persona que no tiene claro lo que quiere y tiene una confusión tremenda entre lo que dice que quiere y lo que necesita, confunde lo que dice, lo que piensa y lo que hace. Pero el que tiene claro lo que quiere, lo que hace, lo que dice y lo que piensa, coincide.
Con las pautas culturales que hoy tengo, mi mente confunde la inteligencia con la sapiencia; creemos que inteligente es quien tiene un título o el que tiene un promedio muy alto. Eso es sapiencia: la acumulación de conocimientos. La inteligencia es la aplicación del conocimiento. Mucha gente se siente ofendida y ese es su problema cuando digo lo siguiente: cualquier animal es más inteligente que nosotros porque lo poco que sabe lo aplica. Nosotros sabemos mucho y no aplicamos nada. Tu abuelo, que quizá nunca fue a la escuela, fue más inteligente porque cuando tenía que resolver algo lo hacía; nosotros dejamos todo para después.
La falta de inteligencia hace que uno siempre justifique el no hacer lo que tiene que hacer y empieza a mentirse y poner un chorro de pretextos. La falta de inteligencia es no resolver lo que tienes que resolver. Lo que sea. La falta de inteligencia es la consecuencia inexorable que sufre cualquier persona que haya sido educada con pautas sobreprotectoras, con golpes, con gritos; diciendo para todo: Gracias a Dios. Agradezcamos a Dios que estamos vivos. ¿No será que tenemos que dejar a Dios tranquilo y hacernos responsables de nuestros actos, y no culparlo a él de todo lo que nos pasa?
Yo siempre digo que todo intento de crecimiento de Leonardo fue un intento, hasta que Leonardo aprendió a hacer que la negatividad se distraiga. Lo repito mejor. Cada vez que uno crece es porque pudo vencer el miedo a crecer; así está educada nuestra mente y cada vez que pude distraer a mi negatividad, pegué un saltito. Les mando un abrazo grandote.
Leonardo Stemberg
www.leonardo.fm
0 Comentarios