El hombre tiene el poder de cambiar una situación adversa al utilizar la varita mágica que es su palabra. En lugar de la tristeza aparece la alegría; se va la enfermedad y aparece la salud; las carencias son sustituidas por la abundancia.
Una mujer vino a verme pidiéndome un tratamiento para la prosperidad.
Ella tenía sólo dos dólares en el mundo.
Yo le dije: "Bendeciremos los dos dólares y sabrás que tienes la Bolsa Mágica del Espíritu, la que nunca se puede agotar, siempre que el dinero salga de ella, inmediatamente se vuelve a llenar, por la gracia de los senderos perfectos. Veo la bolsa atestada, repleta con dinero: billetes de todas las denominaciones, cheques, oro, plata y monedas. ¡La veo colmada por la abundancia!"
Ella respondió: "Siento mi bolsa pesada con tanto dinero", y estaba tan llena de fe que me dio uno de sus dólares como una ofrenda de amor. No me atreví a rechazarlo, ni siquiera sabiendo que le hacía falta, pues era importante que siguiera manteniendo la imagen de la abundancia.
Poco después le hicieron un regalo de seis mil dólares. Su fe inquebrantable y la palabra hablada hicieron que sucediera.
La afirmación de la Bolsa Mágica es muy poderosa, ya que aporta una imagen vívida a la mente. Es imposible no ver tu bolsa o billetera llena de dinero al utilizar palabras como "repleta" o "atestada".
Las imágenes son creadoras y es importante elegir las palabras que traigan un destello de imágenes que satisfagan la demanda.
"Tengo la Bolsa Mágica del Espíritu, la que nunca se puede agotar, siempre que el dinero salga de ella, inmediatamente se vuelve a llenar, por la gracia de los senderos perfectos. La veo atestada, repleta con dinero: billetes de todas las denominaciones, cheques, oro, plata y monedas. ¡La veo colmada por la abundancia!"
Florence Scovel Shinn
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