Magnéticamente el miedo emite una baja vibración. Tal como dijo Nikola Tesla: "Si quieres entender el universo, piensa en términos de vibración y frecuencia". Al saber que el miedo genera una frecuencia de baja energía, con la consecuente atracción de lo que el miedo emite, tenemos que saber que la energía va incluso más allá, el miedo altera el ADN.
Las campañas presidenciales y religiosas, los dogmas, las ficticias obras teatrales que integran un infierno, un castigo, etc., están basadas en el miedo. El miedo sea cual sea es una cadena que impide la libertad individual. Toda la civilización está basada en el miedo. Por ello es imperioso que no tengamos miedo de nada. Una persona sin miedo es ingobernable, impredecible, porque es libre. A lo largo de mis viajes he visto todo tipo de personas, desde las que tienen miedo de subir al mismo elevador porque lo hacen con un "desconocido" hasta las que tienen miedo de ser ellas mismas, miedo a la muerte, al cambio, etc. Olvidan que la vida es una aventura constante.
Si la energía del miedo continúa, dentro del cuerpo humano seguirá generándose la misma baja frecuencia y la misma vibración de limitación, las células lo perciben y la psique se impregna de una vida con miedo. Así, surgirán ideas de miedo, sentimientos atemorizantes y cualquier nueva propuesta estará observada desde el miedo, no desde la confianza y el corazón abierto. Entonces, comprendamos que bioquímicamente el miedo es destructivo, ya que el miedo acumulado durante años, forma un proceso biocelular negativo y termina generando una enfermedad o un cáncer.
Ha quedado demostrado que somos seres acuáticos, líquidos; que nuestra composición responde a la vibración, tal como el doctor Emoto ha comprobado la incidencia que tiene la vibración, ya sea de las palabras o la música, con las partículas de agua. Por lo tanto, las palabras, los pensamientos, los sentimientos que contengan carga de miedo llevarán un mensaje negativo por todo tu torrente sanguíneo, por tu visión psicológica y provocarán un cierre espiritual.
Una vez que estamos conscientes de esta información, hay que poner manos a la obra para erradicar cualquier miedo del interior. Hay que actuar tal como lo hacían los mayas, los egipcios y los iniciados en los antiguos templos, enfrentando los miedos hasta que la conciencia los venza, ya que muchas de las veces los miedos no son reales sino imaginarios.
Si utilizas para crear con tu imaginación más y más miedos, éstos se reproducirán como un virus por tu interior. Al enfrentarlos, verlos cara a cara y descubrir que son ilusiones, a veces heredadas o fabricadas, los miedos inexorablemente serán trascendidos. Enfrenta los miedos que tengas, escribe y decreta los pensamientos opuestos a la desconfianza, cobardía, cerrazón e incertidumbre. Entrega todos tus miedos a una divinidad que está en todas partes y que habita en tu interior como un guerrero para cortar los lazos que te puedan atar.
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