
Eres una creación especial de Dios, y sólo en ti Dios puede realizarse. Eres un alma viva, original y única, maravillosa y extraña.
¿Crees que el cielo revuelto de viento y amontonado de
nubes es vasto y cambiante? Tu vida no es menos vasta y
cambiante. ¿Crees que el sol es espléndido y necesario? Tú
eres igual de espléndido. Tú eres igual de necesario.
¿Aprecias la maravilla de tu propio cuerpo? Maravillosos
son tus ojos que ven y tus oídos que escuchan, atrapando
formas y colores, cercanías y lejanías, silencios y sonidos.
Maravillosa es la obstinada fortaleza de tus huesos, la
belleza pura de tus extremidades, la destreza de tus
manos. Maravillosa es la senda de un pensamiento en
los laberintos del cerebro y el cauce de la sangre en tus
venas. Maravilloso es el pasaje del aliento que aviva los
fuegos de la vida. Maravilloso es el camino de la comida
transformada en células vivas. Maravillosa la vía del poder
sanador que restaura tus propios tejidos. Maravilloso el
sendero de la vida creativa que utiliza la substancia de sí
misma para fabricar un cuerpo nuevo para un alma viva.
¿Aprecias la maravilla de tu propia mente? Con tu mente
puedes crear belleza y puedes buscar la verdad. Puedes
soñar sueños de perfección. Puedes sentir el descontento divino que es el emblema de la humanidad. Puedes
atreverte. Puedes perseverar. Puedes evocar el pasado.
Puedes planificar el futuro. Puedes alzarte más allá de
la neblina de estrellas más lejanas. Puedes explorar el
átomo. Puedes adentrarte solo en la quietud de ti mismo.
Puedes elevarte en oraciones hacia Dios. Puedes dar
forma a herramientas y adquirir conocimiento. Puedes
ganar dominio sobre el universo externo. Puedes lograr la
maestría de ti mismo.
¿Aprecias la maravilla de tu propio espíritu? ¿Sabías que
eres uno con el Dios vivo? Eres uno con el Dios que dio
forma al universo físico, cuyos secretos más sencillos
apenas ahora comienzan a ser descubiertos por los físicos
más sabios. Tú eres uno con el Dios que, en el laboratorio
de una célula viva, crea sustancias que nuestros químicos
no pueden duplicar en acres de complejos industriales.
Eres uno con el Dios que creó el alma humana y la hizo
tan maravillosa y extraña que incluso tú que la posees no
puedes entender la totalidad de su alcance y significado.
Eres uno con el Dios que hizo la vida, y la hizo tan
interesante que Él mismo disfruta su viveza. Como las hojas
son parte del árbol, como los granos de arena son parte de
la tierra, como las células de tu cuerpo son parte de ti, tú
también eres parte del Espíritu de Dios.
El mar avanza con la ola que sale de sí mismo. De sí mismo
el cielo crea la nube en movimiento. De sí mismo el Espíritu
de vida despliega una variedad interminable de criaturas
vivas. Eres la cresta de la ola y la forma de la nube y la
forma humana llamada tú. Mas también eres la fuerza del
océano, el movimiento de los cielos y el Espíritu de vida.
¡Oh maravilla triple, infinita creación del Infinito, conoce
cuán maravilloso eres!
James Dillet Freeman
1 Comentarios
El sabio no usa el cuerpo como un fin en sí mismo, sino como un vehículo para manifestar su Espíritu.
ResponderEliminarNamasté
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