
Para lograr que nuestra Alma retorne a lo que en esencia es, se aconseja realizar algunas practicas curativas sencillas, pero efectivas; las mismas deben constituirse como hábitos de la vida diaria.
1. Prueba a crear un “lugar sagrado” en una habitación o en un rincón de tu casa: Reúne allí unos cuantos objetos, tales como fotos, estatuillas, cosas que puedas haber comprado y que simbolizan algo para ti. O utiliza objetos tales como plumas, piedras, trozos de árboles u hojas que puedes haber recogido de la naturaleza. Después, siéntate en tu lugar sagrado todos los días mientras meditas.
2. Lleva un cuaderno de palabras, frases y afirmaciones que resuenen en tu corazón y en tu alma. Añade unas y quita otras que ya no te sirvan.
3. Visualiza, de forma concreta, con palabras o imágenes, tus pequeños logros. Físicos: “Hoy he aprendido a jugar golf”. Emocionales: “He conectado con mi tristeza”. Sociales: “He aprendido a decir No”. Económicos: “Manejo el dinero mejor que antes”.
4. Acuérdate de dar las gracias a Dios diariamente por esto: la comida, el agua, la casa, una sonrisa, la lluvia, una preciosa luna de otoño, los árboles en primavera.
5. Regala algo que ya no utilices a quien conozcas. O envuélvelo en papel de regalo y dáselo a una organización de caridad. No lo utilices para deducir impuestos. No le digas a nadie que lo has hecho.
6. Cuando te asalte la melancolía o el malhumor, pon la música que mas te guste y baila.
7. Aprende a ser padre observando a los niños. ¿Tratarías a un niño pequeño de la forma que te tratas a ti mismo? ¿Le dirías a un niño pequeño las cosas que te dices a ti mismo?.
8. Cada vez que cuides tu cuerpo, tómate tiempo para disfrutar del cuidado que te das a ti mismo.
9. Aprende técnicas de relajación, como yoga, meditación o algunas artes marciales (Tai Chi Chuan).
10. Sal a pasear a la naturaleza. Toma conciencia de lo que ves, oyes y hueles.
11. Sin ninguna razón aparente, haz cualquiera de las siguientes cosas que te hagan sentirte bien: Ve al parque. Escucha la música que mas te guste. Ríete. Siéntate al sol sin moverte durante cinco o diez minutos. Canta a grito abierto. Grita a pleno pulmón cuando te sientas tenso. Hazte un nuevo corte de pelo. Abraza a un niño. Mantente en contacto consciente con tu ser emocional y tu ser espiritual. Desarrolla una relación constante con Dios, tal como tu lo entiendas. Si te concentras en sentirte bien, se te pueden ocurrir muchas más cosas que puedes hacer para ti mismo.
Los “rituales” para hacer que vuelva nuestra Alma, son muy simples. Hay que hacerlos todos los días. No hay ningún remedio mágico, pero estas distintas maneras de cuidar de ti mismo y de cuidar de tu alma son una forma concreta y real de hacer la labor de la recuperación.
Dorothy May
0 Comentarios