Se ha comparado la vida con un juego. Otra manera de considerar la vida es verla como un aula. Esta aula es bastante diferente de las tradicionales con paredes, horarios de asistencia establecidos e instructores individuales que nos enseñan lecciones específicas.
Esta aula ampliada está en marcha en todo momento y en todo lugar. Los maestros incluyen a todos y a todo con lo que interactuamos. Y las lecciones son continuas.
Nuestra aula global nos ofrece los medios más avanzados y efectivos para enseñarnos quiénes somos y qué es la vida. Nada queda excluido del programa de estudios, el tema de estudio es infinito y no se hacen novillos. Estemos donde estemos, hagamos lo que hagamos, nos hallamos en esa aula.
Hay un principio dinámico que se aplica a esta clase, al que yo llamo el Principio del Espejo. Este principio dice: "Todo lo que vemos y sentimos es un reflejo del estado de nuestra propia consciencia."
En términos más concretos, ¿qué significa este principio? Toda persona a la que vemos nos muestra algún aspecto de quiénes somos. Todas las cosas con las que entramos en contacto reflejan algo sobre nosotros mismos que quizá no sepamos. Todo sentimiento exteriorizado o expresado por otra persona refleja una sensación profunda dentro de cada uno de nosotros.
Nuestra aula es un verdadero edificio de espejos y mientras la idea de estar rodeados por espejos podría parecer extravagante o incluso horripilante a primera vista, el principio es realmente un regalo de índole suprema. Pues no hay mejor método de enseñanza que la demostración, y cuanto más aprendamos sobre nosotros mismos, mayor valor tendrán nuestras vidas.
Cuando nos vemos rodeados por espejos en todo momento, nos damos cuenta de que todo lo que sucede no es más que nuestro estado de conciencia que vuelve a nosotros reflejado. Y nuestro estado de conciencia es un reflejo exacto del amor que sentimos por nosotros mismos.
Siempre estamos teniendo una experiencia con nosotros mismos aun cuando puedan hallarse implicados otros. Este es un concepto difícil de aceptar. Pero cuando somos capaces de valorar el concepto, nuestras vidas llegarán a ser más simples, y también nos resultará más fácil sentir amor por nosotros mismos, así como por los demás.
Yo veo al Universo como el mejor maestro. Nos enseña directamente, de manera consecuente y precisa. El Principio del Espejo es la herramienta educativa del Universo. Cuando entendemos cómo funciona este principio y lo utilizamos en nuestro provecho, nos graduamos en un nivel avanzado de educación universal.
Arnold M. Patent
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