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Cómo Sacar el Oro de Cualquier Situación


A menudo, en la vida nos ocurren cosas sobre las que no tenemos el menor control. La empresa en la que trabajamos decide «ir a menos» y prescinde de nuestros servicios por la vía del despido. Nuestra esposa nos abandona. Enferma un miembro de la familia o muere una persona a la que apreciábamos mucho. El gobierno suspende un programa del que dependía nuestro sustento. En tales situaciones, tal vez nos acucie la impresión de que no podemos hacer nada para mejorar las cosas.

Quizás hayas vivido ya la experiencia de haberlo intentado todo, infructuosamente, para conseguir empleo, ayudar a tu familia, encontrar un amigo del alma o simplemente sentirte feliz. Pero nada pareció dar resultado. Cuando probamos un nuevo enfoque, nos esforzamos al máximo y a pesar de ello no alcanzamos el objetivo, suele ocurrir con frecuencia que entonces nos acobarde la simple idea de intentarlo de nuevo. ¿Por qué? ¡Porque todos queremos evitarnos disgustos! Y a nadie le hace gracia volver a fracasar. Nadie, él o ella, quiere entregarse en cuerpo y alma, sólo para encontrarse al final con otra desilusión. A menudo, después de una serie de tales decepciones, ¡dejamos de intentarlo! Llegamos a un punto en el que creemos que nada va a dar resultado. Si te encuentras en esa tesitura en la que ni siquiera estás dispuesto a probar de nuevo, te has situado en un lugar que se llama «impotencia cultivada». Literalmente, has aprendido —inclusive en plan autodidacta— a ser un «incapaz».

La buena noticia consiste en que estás equivocado. ¡Puedes hacer que sucedan cosas! Puedes conseguir transformarlo prácticamente todo a base de cambiar tus percepciones y tus actos.

No estoy desanimado, porque cada intento fallido que se descarta es un paso más hacia adelante.
Thomas Edison

El primer paso para darle media vuelta a tu vida es desembarazarte de esa negativa creencia de que no puedes hacer nada o de que eres incompetente. ¿Cómo puedes conseguirlo? Con frecuencia, el motivo por el que las personas dicen que no pueden hacer esto o aquello estriba en que en el pasado intentaron cosas que no funcionaron. Pero recuerda —y conste que he utilizado esta frase una y otra vez a lo largo de mi vida— que TU PASADO NO ES IGUAL QUE TU FUTURO. Lo que importa no es el ayer, sino lo que hagas de AHORA EN ADELANTE. ¡Son tantas las personas que tratan de adentrarse en el futuro utilizando para guiarse un espejo retrovisor! Si haces lo mismo, te estrellarás. En vez de empeñarte en ese sistema, debes concentrarte en lo que puedes hacer hoy para mejorar las cosas.

LA PERSEVERANCIA RINDE FRUTOS
Mucha gente me dice: «He probado millones de sistemas para triunfar, ¡y nada resulta!», O «He intentado miles de procedimientos!». Reflexionemos. Es probable que no hayan probado cientos de veces a cambiar las cosas o ni siquiera docenas de veces. La mayoría de las personas probaron a hacer un cambio en ocho, nueve o diez ocasiones y en vista de que no funcionó, desistieron.

La clave del éxito consiste en decidir qué es más importante para uno y luego poner toda la carne en el asador diariamente para mejorar las cosas, incluso aunque parezca que los esfuerzos resultan estériles.

¿Sabías que Walt Disney se vio rechazado en 302 ocasiones antes de conseguir financiación para su ilusión de crear The Happiest Place on Earth? Todos los bancos lo tomaron por un chiflado. Disney no estaba loco; era un visionario y, lo más importante, estaba comprometido con el propósito de convertir en realidad su visión. Hoy, millones de personas han compartido «la alegría de Disney», un mundo como ningún otro, un mundo proyectado por la determinación de un hombre.

Cuando vivía en mi pequeño apartamento de mala muerte, donde me veía obligado a fregar los platos en la bañera, tenía que recordarme continuamente esta clase de historias. Tenía que recordarme una y otra vez que NO HAY MAL QUE CIEN AÑOS DURE. NINGÚN PROBLEMA VA A AFECTARME TODA LA VIDA. ÉSTE TAMBIÉN QUEDARÁ ATRÁS SI CONTINÚO ACTUANDO MASIVA, CONSTRUCTIVA, POSITIVAMENTE. Seguí diciéndome sin parar: «Aunque parece que la vida me trata ahora de un modo terrible, hay muchas cosas por las que debo estar agradecido, como mis dos amigos, la circunstancia de contar con los cinco sentidos o el hecho de que puedo respirar aire libre». Me imponía constantemente el deber de concentrarme en lo que deseaba, de proyectar la imaginación sobre las «soluciones» más que sobre los problemas. Y me recordaba que ningún problema le afecta a uno durante toda su vida, incluso aunque pudiera parecerlo en el momento presente.

De forma que llegué a la conclusión de que no tenía más remedio que abandonar la idea de que mi vida en pleno se había ido al garete simplemente porque tenía dificultades económicas o frustraciones sentimentales. Decidí que no me ocurría nada grave, simplemente me encontraba «rezagado». 

En otras palabras, me daba perfecta cuenta de que si continuaba nutriendo las semillas que había plantado —si seguía haciendo las cosas apropiadas— saldría de aquel invierno de mi vida y entraría en una primavera en la que iba a recoger la cosecha de los años de esfuerzos aparentemente infecundos. También llegué a la conclusión de que, si hacía exactamente lo mismo una y otra vez, esperar un resultado distinto era demencial. Tenía que intentar algo nuevo y tenía que repetir esa forma de proceder hasta dar con las respuestas que necesitaba. El mensaje que te dirijo es sencillo, y en el fondo de ti mismo sabes que es verídico: la acción sólida y firme, acompañada de la pura perseverancia y el oportuno sentido de flexibilidad

Esto tiene lógica, ¿verdad? Entonces, ¿por qué no siguen más personas el consejo de Nike y se limitan a hacerlo? La respuesta es que el miedo al fracaso les obliga a inhibirse. 

Pero he descubierto algo maravilloso respecto al fracaso…

EL FRACASO NO EXISTE
Ahora es el momento oportuno para que tomes una decisión. En este preciso momento debes prometerte que nunca más volverás a dejarte dominar por ninguna sensación de derrota o desaliento. Lo que no significa que debas de carecer de realismo ante los desafíos que se te presenten. Simplemente significa que a partir de ahora has de darte cuenta de que los sentimientos de derrota o abatimiento tal vez te impidan adoptar las disposiciones que pueden cambiar tu existencia. 

Debes creer que incluso aunque esas cosas te parezcan inabordables, puedes darles la vuelta. Verás, todos tenemos problemas, sufrimos decepciones y frustraciones, pero el modo en que hacemos frente a nuestros reveses configurará nuestra vida más que cualquier otra cosa que emprendamos.

Me gustaría hacerte partícipe de un maravilloso ejemplo de este principio en acción. Hace muchos años, un joven soñaba con llegar a ser un músico famoso, así que abandonó el instituto y se echó a la calle. Encontrar trabajo era algo realmente duro para un estudiante de bachillerato rebotado y sin ninguna experiencia. No tuvo más remedio que tocar el piano y cantar en algunos de los garitos más sórdidos de la ciudad, entregándose con los cinco sentidos a actuar para individuos con tal intoxicación etílica encima que ni siquiera podían percatarse de que el muchacho estaba en la sala. ¿Te imaginas la frustración y humillación que debía de experimentar? Estaba deprimido y destruido emocionalmente. Como se encontraba sin dinero, dormía en lavanderías. Lo único que le impulsaba a seguir era el amor de su novia, para él la chica más bonita de la Tierra.

Pero un día, la muchacha le dejó... y el aspirante a la celebridad musical creyó que la vida se le había acabado. Decidió suicidarse. Pero antes de cometer ese acto definitivo intentó conseguir ayuda ingresando en una clínica mental. En ese centro hospitalario, su vida cambió, no porque le «curasen», ¡sino porque le aterró ver con sus propios ojos hasta qué punto podían ir mal las cosas! Comprendió que él no tenía verdaderos problemas. Y aquel día se prometió que nunca jamás volvería a dejarse abatir. Trabajaría tan duro como tuviese que hacerlo, y durante todo el tiempo que hiciese falta, para convertirse en el músico de éxito que sabía podía llegar a ser. Ninguna persona, ninguna desilusión valía lo suficiente para suicidarse por ellas. La vida siempre merece la pena vivirse. Siempre hay algo que agradecer.

De modo que siguió adelante. Las recompensas no llegaron enseguida, pero al final empezó a obtenerlas. La verdad es que su música se conoce hoy en todo el mundo. El muchacho se llama Billy Joel.

Tú y yo necesitamos tener presente que LOS RETRASOS DE Dios NO SON NEGATIVAS DE Dios, que el fracaso no existe y que, si pruebas algo y no te da resultado, pero de ello sacas la enseñanza que te ayudará a ser más efectivo en el futuro, entonces en realidad has triunfado.

Lo cierto es que hay un proverbio que me ha ayudado a lo largo de los años:

EL ÉXITO ES EL RESULTADO DE UN JUICIO CERTERO.
EL JUICIO CERTERO ES EL RESULTADO DE LA EXPERIENCIA.
LA EXPERIENCIA ES A MENUDO EL RESULTADO DE UN JUICIO ERRÓNEO.

Insiste! Si continuamos esforzándonos en hacer mejor las cosas y en aprender de nuestros «errores», alcanzaremos el éxito.


Anthony Robbins
web del autor: http://www.tonyrobbins.com/

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