Te di… el poder de elección.
Con este regalo te situé por encima de mis ángeles… ya que los ángeles no son libres para
escoger el pecado. Te di dominio total sobre tu propio destino. Te dije que determinaras por
ti mismo tu propia naturaleza de acuerdo, con tu propia voluntad.
...fuiste libre de modelarte en la forma en que prefirieras. Poseías el
poder de elección para degenerar en la forma más baja de vida, pero también tenías el
poder, fuera del juicio de tu alma, de renacer en la forma más elevada, que es divina.
Nunca te he quitado tu gran poder, o sea, el de elección.
¿Qué has hecho con esta tremenda fuerza? Mírate. Piensa en las elecciones que has hecho
en tu vida y recuerda, ahora, aquellos amargos momentos en los que caerías de rodillas si
tan sólo tuvieras la oportunidad de elegir nuevamente.
Lo pasado, pasado está…
Elige amar… en lugar de odiar
Elige reír… en lugar de llorar.
Elige crear… en lugar de destruir.
Elige perseverar… en lugar de renunciar.
Elige alabar… en lugar de criticar.
Elige curar… en lugar de herir.
Elige dar… en lugar de robar.
Elige actuar… en lugar de aplazar.
Elige crecer… en lugar de consumirte.
Elige bendecir… en lugar de blasfemar.
Elige vivir… en lugar de morir.
Ahora sabes que tus desventuras no eran mi voluntad, ya que todos los poderes empleados
sobre ti, y el monto de acciones y pensamientos que te situaron en el rechazo de la
humanidad eran lo que tú hacías, no yo.
Mis regalos de poder eran demasiado grandes para
tu pequeña naturaleza. Ahora te has vuelto grande y sabio, y los frutos de la tierra serán
para ti.
Eres algo más que un ser humano, eres un ser humano digno.
Eres capaz de realizar maravillas. Tu potencialidad es ilimitada.
¿Cuál otra de mis criaturas
ha dominado al fuego? ¿Cuál otra de mis criaturas ha conquistado la gravedad; ha
caminado por los cielos; ha dominado la enfermedad, la peste y la sequía?
¡Nunca menosprecies nuevamente a tu persona!
¡No te rebajes por las cosas insignificantes de la vida! ¡Nunca ocultes tus talentos, de ahora
en adelante!
Recuerda al niño que dijo: «Cuando sea un niño grande». ¿Pero que es eso? Los niños
grandes dicen: «Cuando crezca». Y los adultos dicen: «Cuando me case». Pero ¿después de
todo, que es estar casado? El pensamiento entonces cambia a: «Cuando me jubile». Y
entonces, llega la jubilación y observa el panorama de lo hecho; un viento helado pasa
sobre eso y de alguna forma lo ha perdido y se ha ido.
Disfruta este día, hoy… y mañana disfruta mañana.
Has realizado el milagro más grande del mundo.
Tomado de "El Memorándum de Dios" de Og Mandino
Tomado de "El Memorándum de Dios" de Og Mandino
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