El mundo exterior no me afecta. Yo estoy a cargo de mi propio
ser. Resguardo mi mundo interior, porque es ahí donde creo.
Hago todo lo necesario para mantener mi mundo interior en paz.
La paz interior es esencial para mi salud y bienestar.
Entro en
mí y encuentro ese espacio donde todo es silencioso y sereno.
Puedo verlo como un profundo estanque, callado y pacífico,
rodeado por el verdor de la hierba y por árboles altos y
silenciosos. Puedo sentirlo como nubes blancas y ondulantes
en las que me recuesto para ser acariciado. Puedo oírlo como
una música suave y deliciosa que me calma los sentidos.
De
cualquier manera que decida experimentar mi espacio interior,
en él encuentro paz. En ese centro de paz estoy yo. Soy la
pureza y la quietud del centro de mi proceso creativo. En paz
creo, vivo, me muevo y experimento la vida.
Porque me mantengo centrado en mi paz interior, tengo paz en mi mundo
exterior. Aunque otras personas vivan en la discordia y el caos,
eso a mí no me afecta, porque para mí mismo proclamo la paz.
Aun cuando pueda estar rodeado de locura, yo sigo estando
calmado y en paz.
El Universo es un lugar ordenado y tranquilo,
y yo lo reflejo en cada momento de mi vida. Las estrellas y los
planetas no necesitan preocuparse ni asustarse para mantener
su órbita celeste. Tampoco el pensamiento caótico contribuye a
que mi existencia sea pacífica.
Escojo expresar tranquilidad,
porque yo soy paz.
Y así es.
Louise Hay
0 Comentarios