El Viajero

"Hay solamente dos errores que uno puede cometer a lo largo del camino a la verdad, no ir hasta el final, y nunca partir." 

 ~Buda 

Un día un viajero caminaba por un camino en su viaje de un pueblo a otro. Mientras caminaba se dio cuenta de que un monje cuidaba un terreno en los campos junto a la carretera. El monje dijo al viajero "Buenos días", y el viajero hizo una seña al monje. El viajero se volvió luego hacia el monje y le dijo: "Disculpe, ¿le importa que le haga una pregunta?" "No, en absoluto", respondió el monje. "Vengo del pueblo de las montañas y me preguntaba si sabía como es el pueblo del valle" 

"Dime," dijo el monje, "¿Cuál fue tu experiencia en el poblado de las montañas?" "¡terrible!", respondió el viajero, "para ser honesto, estoy contento de estar lejos de allí. Me pareció que la gente no es nada acogedora. Cuando llegué me recibieron con frialdad. Nunca me hicieron sentir parte del pueblo, no importa cuánto lo intentara. Los pobladores son egoístas, no tienen amabilidad con los extraños. Así que dime, ¿qué puedo esperar en el pueblo del valle? " 

"Siento tener que decirte esto," dijo el monje, "pero creo que tu experiencia será muy similar allí." El viajero bajó la cabeza con desaliento y siguió su camino. 

Un rato después otro viajero pasaba por el mismo camino en el que también se encontró con el monje. "Voy a la aldea en el valle", dijo el segundo viajero," ¿Sabes como es allí? respondió el monje "Primero dime ¿de dónde vienes". "He venido de la aldea de la montaña" "¿Y cómo te fue allí?" "Fue una experiencia maravillosa. Me habría quedado si pudiera, pero tuve que seguir mi camino. Me sentí como si yo fuera un miembro de la familia en ese pueblo. Los ancianos me dieron muchos consejos, los niños reían y bromeaban conmigo y la gente era generalmente amable y generosa. Estoy triste por haber dejado ese lugar. Siempre tendrá un recuerdo especial para mí. ¿Y qué hay de la aldea en el valle?" preguntó de nuevo.

"Creo que encontrarás lo mismo", respondió el monje, "Buenos días". "Buenos días y muchas gracias", respondió el viajero, sonrió, y continúo su camino.

Tu entorno siempre reflejará lo que llevas dentro de ti.

Autor desconocido