¿Dónde está la Felicidad?

La mayoría de la gente busca la felicidad como si fuera un objeto que pudieran encontrar en algún lugar. La felicidad está en el hacer y no en el tener. Se encuentra en las experiencias que compartimos con los demás en lugar de las cosas materiales que tan firmemente creemos nos traerán la felicidad. Esto se evidencia en declaraciones conmovedoras hechas en el lecho de muerte. No es probable que escuches a los moribundos mencionar, "Claro que lamento que nunca tuve un Cadillac." Lo que se oye es: "Claro que deseo haber bailado más, caminar descalzo en la playa en más ocasiones, viajar más, pasar más tiempo con mi familia, no haberme lamentado por las cosas pequeñas." Curiosamente, la muerte parece tener una comprensión clara de la verdadera naturaleza de la felicidad la cuál se pierde en la vida. Eso es verdaderamente trágico, pero no tiene por qué ser así en absoluto.

Otro enemigo de la felicidad es la apatía y/o la pereza. Piensa en cuántos ejemplos hay en la vida de amigos o conocidos que eligen pasar casi todo su tiempo libre sentados en sus sofás delante de la televisión o navegando por la web. (Por cierto, el uso del término "navegación" para describir una actividad que consiste en sentarse en una silla y mirar a una pantalla es una terrible adaptación a una palabra que significa realmente estar al aire libre bajo el sol glorioso, tallando un triple conjunto de ondas azules turquesas.) ¿Te imaginas a un moribundo diciendo: "Hombre, estoy seguro de que me hubiera gustado haberme quedado en casa y ver más televisión"? La razón por la que la mayoría de las personas sanas permanecen plantadas es sólo pereza normal en la mayoría de los casos. Es sólo para evitar la molestia de hacer un plan, levantarse, prepararse e ir a alguna parte, utilizando el desgastado argumento de que se necesita dinero para divertirse. Realmente la lista de cosas totalmente gratis para disfrutar es casi interminable y el axioma: "Las cosas más grandes en la vida son gratis ", tiene mucho de verdad. Un paseo por el bosque con tu amor (cónyuge, hijos, pareja, perro, amigo... todos califican) puede ser una de las cosas más increíbles del mundo.

Quizás la cosa más grande que puedes hacer para ti mismo y tus seres queridos es salir por allí y compartir experiencias juntos. Esas son las cosas que algún día mirarás hacia atrás como los momentos más felices de tu vida. Caerán en el olvido el coche, la ropa, la gran pantalla de televisión de 90 pulgadas. Pero lo más seguro es que recuerdes ese día en la playa, la diversión, ese concierto, ese paseo bajo las estrellas, ese viaje, esa caminata, aquella puesta de sol.

Estoy escribiendo esto en un viernes. Amo los viernes. El día se sienta al borde de un fin de semana lleno de posibilidades gloriosas. Mi mujer ha estado viajando por asuntos de negocios esta semana y ella regresa a casa esta noche. Vamos a compartir una comida y luego comenzaremos a planear nuestro fin de semana. Podemos visitar el museo, o dar un paseo por los pueblos cercanos, un viaje al zoológico... No lo sé, pero sí sé esto, la previsión y la planificación es al menos la mitad de la diversión. También sé lo que no vamos a hacer: buscar la felicidad en el sofá.

Edward Dunn