Debido a que la mente siempre se aferra a un juego sin fin de expectativas, creencias, e imágenes, puedes practicar el dejar ir en todos los momentos de tu vida. Tú mismo sabrás cuándo es necesario dejar ir. Será algo muy obvio, una vez que tengas la conciencia.
Los momentos cruciales para dejar ir es cuando sientes el impulso más fuerte de no hacerlo. Todos nos aferramos más fuertemente cuando nuestro miedo, ira, orgullo y desconfianza se hacen cargo. Sin embargo, estas fuerzas no tienen validez espiritual. En esos momentos en los que tienes más miedo, enojo, terquedad, o desconfianza, estás en las garras de la irrealidad. Tu ego te está obligando a reaccionar desde el pasado, cegándote ante las nuevas posibilidades, aquí y ahora.
Una mente que está mantenida en la desesperación dice cosas como: Odio esto. Tiene que terminar; no puedo soportarlo más. Si esto sigue así voy a morir; yo no puedo seguir. No queda nada; no tengo otra opción. Tiene que ser a mi manera o de lo contrario... todo saldrá mal. Ninguno de ustedes me entiende; siempre me tratan de esta manera. ¿Por qué siempre tienes que hacer esto?
Hay infinitas variaciones sobre estas declaraciones, pero los sentimientos subyacentes son notablemente similares. Sientes que no puedes hacer frente a nada. Te sientes encajonado. Sientes que no vas a sobrevivir. Sientes que algo malo siempre sucede. Estos sentimientos dan lugar a la rigidez, un estado de resistencia, y no permites que las cosas buenas puedan suceder en cualquier momento.
El Espíritu tiene un buen resultado para cualquier situación, si puedes abrirte a ello.
Tan pronto como tu mente te dice que siempre pasa algo, estás en las garras de una falsa creencia. "Siempre" nunca es verdad; la realidad no es un vasto esquema fijo, que te atrapa y te mantiene sin elección. En cualquier momento, tienes la opción de salir de lo que realmente te está atrapando a ti: tus reacciones automáticas condicionadas por el pasado.
Adaptado de El camino hacia el amor, por Deepak Chopra
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