Por Enrique Nieto
La trilogía de Karate Kid es una producción cinematográfica que está llena de sabios mensajes provenientes del Sr. Miyagy, maestro de Daniel-san. A lo largo de diferentes experiencias desafiantes para Daniel, el Sr. Miyagy le ofrece su apoyo y sabiduría, logrando con esto cambiar la perspectiva del joven ante las situaciones, para finalmente superarlas.
Comparto aquí algunos diálogos muy interesantes y profundos de estas magníficas películas.
Presta atención...
-Cerrar ojos. Confía. Concéntrate. Pensar sólo en árbol. Haz imagen perfecta, hasta último detalle. Borrar todo de la mente excepto árbol. No existir nada en todo el mundo. Sólo árbol. ¿Comprendiste? Abre ojos. ¿Recuerdas imagen? Haz como imagen. Confía sólo en imagen.
-¿Cómo sé si mi imagen es la correcta?
-Si venir de adentro de ti siempre ser la correcta.
Cuando pides algo, todo puede suceder.
-Cuando sentir que tu vida estar desmoronando regresar siempre a lo básico en la vida.
-¿Qué? ¿Rezar?
-Respirar. Si no respiras, no haber vida. Ven, inténtalo. exhala por boca. Inhala por nariz.
Ambición sin conocimiento, ser como barco en tierra firme.
Nunca poner la pasión antes que los principios. Aunque ganes, pierdes.
Mejor forma para evitar golpe: no estar allí.
Si estoy soñando, que nunca despierte. Si estoy despierto, que nunca me duerma.
Mentira convierte en verdad sólo si gente quiere creer.
No importa quien más fuerte, importa quien más listo.
Las respuestas sólo han de importarte cuando la pregunta es la correcta.
-No, ¡otra vez no! No busco problemas.
-Quizá los problemas te busquen a ti.
Dolor atrapado en corazón, convertirse en furia.
El mejor karate está dentro de ti, ¡sólo déjalo salir!
Está bien perder con el enemigo, pero no con el miedo.
Primero aprende equilibrio. El equilibrio es la clave. Buen equilibrio, buen karate. Todo está bien. Mal equilibrio, mejor empacar e irse a casa.
La lección no sólo es para el Karate. La lección es para toda la vida. Toda la vida en equilibrio, todo estará mejor.
Para una persona sin bondad en su corazón, vivir es peor castigo que la muerte.
Primero aprendes a pararte, luego aprendes a volar. Regla de la naturaleza, Daniel-san, no mía.
No hay tal cosa como un mal estudiante, sólo un mal maestro. El maestro dice, el estudiante hace.
El secreto para golpear, concentrar el poder de todo el cuerpo en un área de un centímetro.
Confía en la calidad de lo que sabes, no en la cantidad.
Recuerda, la licencia nunca remplaza los ojos, los oídos y el cerebro.
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