
Desde el día en que nacemos, la sociedad nos impone qué hacer: ir a la escuela, creer en lo que se te está enseñando, trabajar duro, obedecer a la autoridad, etc.
No se permite mucho espacio para la creatividad, por lo que no es de extrañar que muchos de nosotros nos sintamos tristes y miserables. ¿Cómo podemos sentirnos felices cuando nos vemos obligados a vivir una vida que nunca quisimos vivir?
El siguiente cortometraje nos muestra vívidamente esta triste realidad de nuestros tiempos y nos anima a mirar las cosas desde una perspectiva diferente, y tal vez a contemplar qué se necesitaría para cambiar nuestro sistema social actual para que la educación, el trabajo y el juego puedan coexistir armoniosamente.
Fuente: www://theunboundedspirit.com/
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