
Por Jack Canfield
Mi primer mentor W. Clement Stone fue descrito una vez como un paranoico invertido. En vez de creer que el mundo estaba conspirando para dañarlo, él escogió creer que el mundo estaba conspirando para hacerle bien. En vez de ver cada evento difícil como algo negativo, él veía lo que podía ser: algo hecho para enriquecerlo o avanzar en sus causas.
Imagínate cuanto más fácil sería tener éxito en la vida si siempre esperarás que el mundo te apoyara y te trajera oportunidades. La gente exitosa hace exactamente eso.
Las vibraciones de las expectativas positivas que emiten las personas exitosas les atraen las experiencias que ellos desean vivir por la poderosa Ley de Atracción, siempre y sin excepción. De pronto los obstáculos y las cosas negativas se perciben no como sólo otro ejemplo de “el mundo me odia”, sino como oportunidades para crecer y cambiar y tener éxito.
Si tu carro de pronto se accidenta a la orilla de la carretera en vez de imaginarte a un violador deteniéndose para aprovecharse de ti, piensa en la posibilidad de que el tipo que se detiene para ayudar sea el hombre de quien te vas a enamorar y con quien te vas a casar. Si la empresa en la que trabajas se reduce y te quedas sin trabajo, de pronto hay buenas oportunidades de que encuentres el trabajo de tus sueños con un sueldo mucho mejor.
Piénsalo, hubo alguna vez un momento en tu vida cuando algo terrible pasó que luego te pareció una bendición. Estoy seguro de que puedes recordar varias veces en tu vida cuando pensaste que lo que te estaba ocurriendo era el fin del mundo. Reprobaste una clase, perdiste tu trabajo, te divorciaste y luego te diste cuenta de que era una bendición.
EL TRUCO ES DARSE CUENTA DE QUE CUALQUIER COSA POR LA QUE ESTÉS PASANDO AHORA, RESULTARÁ EN ALGO MEJOR EN EL FUTURO. Mientras más busques lo bueno de las situaciones, lo encontrarás más seguido y en mayor cantidad.
Busca la oportunidad en todo. Qué tal si enfrentaras cada interacción en tu vida con la pregunta: “¿Cuál es la oportunidad potencial que se me presenta?”. Enfócate en que lo bueno no es un accidente, que todo y que todos los que aparecen en tu vida están ahí por una razón y que el universo te mueve hacia tu destino último de aprendizaje, crecimiento y logro. Así comenzarás a ver cada evento, sin importar cuán difícil o retador pueda ser, como una oportunidad de enriquecimiento y avance en tu vida.
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