Vivir intensamente el presente no quiere decir que no nos enfrentemos a experiencias que nos puedan producir dolor. El secreto contra esta situación es enfrentarse inmediatamente a ese dolor que nos puede desencadenar un recuerdo del pasado, superarlo a través de hacerlo consciente, aceptando lo acaecido como algo normal que no se debe enquistar ni convertir en un trauma que nos afecte en el futuro.
Ante todo, debemos ser conscientes de que las situaciones de sufrimiento pueden desencadenarse a raíz de que nosotros mismos las busquemos o provoquemos. Existen películas, novelas o espectáculos que nos inducen al sufrimiento y que alimentan el dolor y la violencia.
“Surge mucho sufrimiento, mucha infelicidad, cuando crees que es verdad cada pensamiento que te pasa por la cabeza.”
-Eckhart Tolle
El dolor en el presente se genera por participar de espectáculos de la vida que generan violencia y que no resultan agradables. Debemos saber distinguir entre aquello que nos produce dolor y lo que debería ser una distracción. Huir del dolor y buscar la felicidad tendría que ser el objetivo. Sin embargo, el entorno social en el que vivimos nos bombardea constantemente con escenas violentas y con el sufrimiento de miles de seres. Es algo que vemos a través del cine. La televisión, los periódicos y las novelas. Es un mundo ante el que la mayor parte de las personas no puede hacer nada, salvo protestar o patalear. El secreto para evitar que todo eso nos afecte y nos lleve al sufrimiento y al dolor está reflejado en la gran cita de Ramakrishna que nos advierte del peligro de una sociedad absurda que puede destruirnos con el sufrimiento, una sociedad con la que forzosamente debemos convivir, y sobre la que aconseja:
“Que la barca esté en el agua, bien; pero si el agua está en la barca, te hundes.”
Es decir, no debemos permitir que los sucesos externos nos afecten hasta el punto de hundirnos en el dolor y el sufrimiento.
Jorge Blaschke
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