Advertisement

El Perdón Sana el Pasado


El perdón es una sanación del pasado, es pasar del auto-odio al amor propio para que, a su vez, puedas dar amor a los demás. Es una liberación de juicios que hemos hecho para asumir la responsabilidad de tu propio comportamiento, y mirar dentro para ver cómo nos hemos juzgado a nosotros mismos. 

Shakespeare escribió que nada es bueno o malo, pero "el pensamiento lo hace así." El perdón requiere que cambiemos nuestra forma de pensar. Si le echamos la culpa a otros por cada situación molesta en que nos encontramos, tenemos que aprender a ver qué papel jugamos nosotros en ellas. 

El corazón que no perdona aplasta los sentimientos de alegría. Al aferrarse a quejas y juicios creamos dolor para nosotros mismos. Al negarse a aprender de cada experiencia dolorosa, la amargura erosiona nuestra felicidad. La amargura es como un tumor canceroso que nos come poco a poco desde adentro. 

Todos los días tomamos decisiones que nos permiten comprobar si nos hemos extendido desde el amor, o desde el miedo. Extendámonos a nosotros mismos desde el amor, crezcamos. Extendiéndonos desde el miedo, algo muere dentro de nosotros, y nuestras relaciones con los demás. Somos los únicos que decidimos en qué extendernos. Las consecuencias serán nuestra responsabilidad. Pero siempre tenemos la libertad de elegir de nuevo. 

Si vivimos en el miedo, entonces sólo podemos proyectar el miedo en sus múltiples formas: la ira, los celos, la culpa, el acoso, la preocupación, etc. Cuando aprendemos a tomar decisiones basadas en el amor, entonces podemos llenarnos de amor y extender esto a otros a través de nuestra preocupación. 

Hace unos años aprendí una lección muy importante acerca de dejar ir las sentencias. Había trabajado para un hombre que tenía expectativas poco realistas de su personal y sentía que me presionaba. Después de un arranque de ira, me senté en silencio y miré dentro de mí. Entonces me di cuenta de que era yo misma quien se conducía con expectativas poco realistas y no me concedía el tiempo necesario para completar los proyectos que me proponía hacer. Al ver esto, yo era realmente capaz de dar las gracias a mi jefe -en mi opinión- por mostrarme lo que estaba haciéndome a mí misma. Cuando dejé de oprimirme a mi misma y me permití más tiempo para hacer las cosas, ya no me sentía presionada. 

Si sentimos que nos oprimen, puede ser que nos estemos oprimiendo a nosotros mismos, o que nos estamos escondiendo en la timidez y necesitamos ser desafiados a desarrollar la fuerza interior, o que estamos permitiendo que nos utilicen como a un felpudo con el fin de ser aceptados. 

Si otro nos grita con enojo, esto puede ser un reflejo de los sentimientos negados de ira que se albergan en lo profundo de nosotros mismos. Puede existir dentro de nosotros un niño asustado al que nunca se le permitió expresar su enojo. 

Una situación común es que esta ira suele salir después de casarnos o entrar en una relación. Entonces nos preguntamos qué ha ido mal. La causa es siempre un miedo que está encerrado y escondido dentro. Nuestras interacciones con los demás nos dan pistas acerca de lo que este miedo es para que pueda ser puesto en libertad. 

Todos jugamos un papel importante en la vida del otro, y en última instancia, es para nuestro crecimiento, para darnos cuenta de nuestros miedos y pensamientos negativos y entonces liberarlos para que podamos caminar por la vida con mayor libertad y alegría. 

Una experiencia que puede parecer negativa en la superficie siempre tiene un don de aprendizaje -si tan sólo pudiéramos abrir nuestros ojos para verlo. Creo que es la acumulación de estos regalos lo que mide nuestra verdadera riqueza. Mark Twain escribió: "El perdón es la fragancia que la violeta vierte en el talón que la ha pisado." 


Juliet Bonnay

Publicar un comentario

1 Comentarios

  1. Megusta hanbla muy bien del trazo que le damos anuestra vida Asia con los demás y nosotros mismos.

    ResponderEliminar