
Por unos segundos descríbete como percibes que eres. Aprende en este momento algo de ti mismo y comienza a conocerte, a amarte. Siente la profundidad de tu ser y vibra contigo mismo. Siente tu corazón latir con fuerza, vibra con él, siéntete torbellino, huracán, viento, fuego, aire, agua, tierra, metal y madera. Un ser en el Universo Infinito. Un ser infinito en el Universo Pleno. Estás meditando. El Universo es hermoso y pródigo. Respira profundo, relájate suavemente, entrégate al momento.
Orar es conmemorar la unión. Orar es celebrar la ofrenda máxima, unirnos al Universo, unirnos al Todo. Independientemente de la religión que se profese (o la falta de ella), el que ora es la persona que se recoge interiormente, eleva su alma y medita profunda, fuerte e infinitamente con Dios.
Orar para la prosperidad es una de las cosas más hermosas que existen. Recuerda que a Dios se le agradece, se la alaba y se le pide. Hay un refrán que dice: "quien pide a Dios y pide poco, está loco"; por lo tanto, alaba mucho, pide mucho, agradece mucho. Agradece estar vivo, levántate todos los días y agradece estar vivo, estar bien, estar vibrando con la fuerza del presente. Vibrar con la fuerza infinita del presente es orar. Conectarse no solamente a través del lenguaje oral, sino a través de ese lenguaje sin palabras, del silencio. Orar hacia el silencio es un paso más. El silencio es la culminación de la oración.
Orar para bendecir es una de las cosas más hermosas que se pueden hacer. Te ofrezco esta bendición celta:
Que alcances la paz entre las movedizas olas.
Que alcances la paz entre el soplo del viento.
Que alcances la paz en la tranquila tierra.
Que alcances la paz en las fulgurantes estrellas.
Que alcances la paz de la noche sosegada.
Que la luna y las estrellas derramen sobre ti su curativa luz y alcances la más profunda paz.
El Universo en oración es más que una cadena de sucesos. El Universo orando por sí mismo es considerado como un campo continuo de densidad variable, intercambio entre materia y energía, intercambio entre conciencia y luz. La energía, la luz y la materia, se componen de ciertas pautas que tienen información sobre todas las ondas, de manera tal que cada haz de energía y de materia porta información de la totalidad. A través de la oración te conectas con esa totalidad.
El movimiento del todo hacia el Uno se realiza mediante la oración. La realidad es inconmensurable. Cada parte de la realidad contiene y refleja la totalidad. Somos seres integrales dentro de un campo que se conecta infinitamente con cada una de esas partes.
La conciencia es ese proceso mediante el cual se consolida esa unión y, de este modo, su expansión involucra la pérdida total de límites, por lo que entonces, el ser se encuentra vinculado al Todo, reconociéndolo, concientizándolo y nutriéndose de esa totalidad. La oración es una vía para tomar conciencia de la totalidad.
Jazmín Sambrano
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