
Por Kyle V. Robinson
Yo definitivamente no soy ningún yogui, coach de vida, o maestro de yoga. De hecho, soy probablemente la cosa más alejada de lo que se dice un yogui. Como muchos, luché como adolescente y adulto joven. Fallé mi penúltimo año de la escuela secundaria no una vez, sino dos veces. Pasé un tiempo en rehabilitación de drogas, y fui arrestado varias veces.
Pero con el tiempo, di un giro total a mi vida y me convertí en un abogado, empresario, y un defensor de un estilo de vida saludable. También quiero la mejor vida posible para todo el mundo con que me encuentro. Sé a ciencia cierta que la meditación debe ser parte importante de la ecuación para llevar una vida increíble.
He empezado recientemente a experimentar lo que la meditación tiene para ofrecer. Había leído acerca de los beneficios de la meditación desde hace muchos años, pero en realidad nunca me decidí a comprometerme con esa práctica. Traté meditando aquí y allá por no más de 5-10 minutos a la vez, pero decidí ver lo que pasaría si me comprometía a 20 minutos de meditación al día durante una semana.
Ese desafío, o mejor aún, experimento, se inició el 1 de enero del 2015. Esa primera semana se convirtió en un mes, que se convirtió en tres meses, y antes de darme cuenta, 100 días. Meditaba todos los días a primera hora de la mañana sin tener un día de descanso.
Cuando empecé a meditar no podía quedarme quieto, mi espalda me dolía y mis piernas se quedaban dormidas. Me sentía más como si estuviera tratando de adaptarme a la sesión, más de lo que estaba tratando de concentrarme en mi respiración. No pasó mucho tiempo antes de que me acostumbrara y me sentaba allí tratando de convencerme a mí mismo de no abrir los ojos.
Finalmente me acostumbré a centrarme en la respiración y mi cuerpo comenzó a ajustarse de forma natural a lo que era inicialmente una postura incómoda para mí. Y cuanto más meditaba, más encontré la manera de sentarme que era aún más cómoda. La meditación pronto se convirtió en una parte necesaria de mi rutina de la mañana, algo que en realidad tenía ganas de hacer y creé un efecto dominó, impactando positivamente en todos los aspectos de mi vida.
Aquí hay ocho cosas que sucedieron después de meditar todos los días, durante 100 días:
1. Empecé a estar más centrado y así comenzaba mi día.
Empecé a pensar con mayor claridad, no me complicaba con los problemas cotidianos. Mi mente parecía estar más organizada. Me gustaba centrarme en una tarea a la vez, completarla y luego pasar fácilmente a la siguiente. Mi mente no estaba corriendo sobre lo que debería estar haciendo, o si lo que estaba haciendo no estaba siendo hecho lo suficientemente rápido. Me anclaba en el momento presente, completaba lo que se necesitaba, y luego seguía adelante.
2. Empecé a pensar más antes de hablar.
Antes de desarrollar el hábito diario de la meditación, reaccionaba ante las personas y situaciones con lo primero que se me venía a la mente. Pero ahora me detengo un poco, pienso en lo que voy a decir, y luego respondo más conscientemente. Esta pausa me ayuda a expresar lo que realmente quiero decir y a asegurarme de que lo que voy a decir es realmente necesario y útil. Luego, después de que hablo, pienso en si he respondido a la situación con lo mejor de mi capacidad, si no, entonces determino lo que podría hacer la próxima vez. Nunca antes había tenido este nivel de auto-reflexión.
3. Soy más amable y más empático con los demás.
¡Ahora las cosas ya no parecen molestarme más! Durante el tráfico, soy más paciente. No me importa esperar en largas filas tanto. Empecé a ver las situaciones desde la perspectiva de los demás para ver de dónde podrían estar viniendo. Esto cambió por completo mi forma de interactuar con otras personas.
4. Tengo más energía.
Soy capaz de dormir mejor por la noche y despierto totalmente recargado y listo para comenzar mi día. Cuando he terminado con mi jornada laboral, todavía tengo más energía para ir a correr o salir con los amigos.
5. Puedo comer mejor.
Hago mejores decisiones cuando estoy en el supermercado o en los restaurantes. Siempre me pregunto cómo la comida me hará sentir, y luego baso mi compra o decisión sobre esa respuesta.
6. Veo menos televisión.
Mi deseo de ver la televisión ha disminuido dramáticamente. En su lugar, me concentro haciendo cosas que pueden hacer de mí una mejor persona. Me encuentro leyendo, corriendo, conviviendo con los amigos, o trabajando en mi sitio web.
7. Me siento más conectado con la naturaleza.
Me tomo tiempo para detenerme y apreciar todas las cosas bellas que me rodean. Ya se trate de un árbol o una puesta de sol, me detengo y me doy cuenta de que es realmente un milagro y trato de sumergirme en ese momento y estar totalmente presente.
8. Ahora soy una versión mejorada de mí mismo.
Este es probablemente uno de los mejores beneficios de la meditación. Sé que realmente soy lo que soy capaz de ser. Comparto mis sentimientos con los demás de manera más abierta. Tengo el coraje de ser quien soy en realidad -me tomo más riesgos, a sabiendas de que es la única manera en que puede crecer de verdad. Sé lo que es importante en la vida y que puedo lograr cualquier cosa que realmente quiera.
Estas son sólo algunas cosas que cambiaron cuando empecé a meditar, y no puedo decir con certeza que todo esto ocurrió después de un día, o 100 días. Lo que sí sé es que ya no soy la misma persona que era hace 100 días. Soy una persona feliz porque soy una versión más auténtica de mí mismo.
Si todos estos cambios ocurrieron después de tan sólo 100 días, ¡no puedo esperar a ver qué sucederá después de 200 o incluso 1000! Prueba sólo 20 minutos de meditación cada día durante 100 días, y estoy seguro de que nunca volverás a verte a ti mismo o a tu vida de la misma manera.
Fuente: http://www.mindbodygreen.com/
1 Comentarios
Yo tambien me siento mucho mejor, pero no lo practico siempre. Cuando no medito me siento mas confuso, con la mente turbulenta. Pero al meditar 15 min por la mañana, el resto del día lo vivo con mas alegría, mas enfocado, no pienso tanto y disfruto mas del ahora. Creo que la gente lo percibe, mi energía está mas ordenada. Recomiendo 100% meditar, ojala todos lo hicieramos
ResponderEliminar