Si no puedes concentrarte en nada por mucho tiempo, te sientes desagusto e intranquilo, no duermes bien y andas con un humor de perros es muy probable que seas una víctima más de ese mal tan común llamado estrés.
El exceso de trabajo, los sentimientos de inseguridad o de escasa preparación, las políticas laborales y el acaparamiento de tareas, con frecuencia generan estrés.
El primer paso para derrotarlo consiste en distanciarse de los acontecimientos y considerarlos parte del marco de la totalidad de la vida, para luego buscar las soluciones prácticas a los inconvenientes: uno a la vez.
Superar el estrés es fácil si en verdad te propones hacerlo. A continuación se enlistan 5 maneras de combatirlo y deshacerte de él:
1. Proponte objetivos realistas, ya sea en el corto o en el largo plazo. No creas que debes vincular tu autoestima al logro de todas estas metas. Felicítate por tus triunfos. Nunca te flageles por tus fracasos. Recuerda que un fracaso es sólo un indicador de que debes hacer las cosas de manera diferente, eso es todo.
2. Crea un espacio para la reflexión y la evaluación (si fuera posible, realiza tus exámenes lejos del sitio donde las presiones diarias son más intensas). No te enredes en detalles cuando lo que necesitas es un nuevo enfoque sobre cómo hacer las cosas.
3. Convierte tu salud en lo prioritario. El cuerpo necesita una alimentación y descanso adecuados para funcionar correctamente. Lleva a la práctica métodos que fomenten la calidad del sueño: un baño caliente, una bebida con leche, lo que tú prefieras. No olvides que tanto el ejercicio como la vida familiar y social son vitales para el bienestar físico y emocional.
4. Relajarte es fundamental. La respuesta condicionada de lucha o huida impide la reducción del estrés porque la relajación se presenta como una amenaza. Sin embargo, no bajas la guardia cuando te relajas; en realidad, recobras la calma. Cada cual lo hace a su modo, por lo tanto, prueba diferentes enfoques conforme a tus hábitos de vida. Vale la pena que consideres ejercicios de respiración y estiramiento, así como también la meditación.
5. Registra el uso de tu tiempo y asegúrate de lograr un adecuado equilibrio entre trabajo y diversión. No postergues tus vacaciones, ni tu esparcimiento habitual. Piensa en ellos como una forma de renovar tus energías tanto en el ámbito laboral como en el doméstico. No caigas en la tentación de creerte indispensable y defender con obstinación tal postura.
Si sigues estos cinco puntos sentirás que has tomado el control de tu propia vida. Acrecentarás las sensaciones de autodominio y autoestima, con lo cual eliminarás el estrés de tu vida.
1. Proponte objetivos realistas, ya sea en el corto o en el largo plazo. No creas que debes vincular tu autoestima al logro de todas estas metas. Felicítate por tus triunfos. Nunca te flageles por tus fracasos. Recuerda que un fracaso es sólo un indicador de que debes hacer las cosas de manera diferente, eso es todo.
2. Crea un espacio para la reflexión y la evaluación (si fuera posible, realiza tus exámenes lejos del sitio donde las presiones diarias son más intensas). No te enredes en detalles cuando lo que necesitas es un nuevo enfoque sobre cómo hacer las cosas.
3. Convierte tu salud en lo prioritario. El cuerpo necesita una alimentación y descanso adecuados para funcionar correctamente. Lleva a la práctica métodos que fomenten la calidad del sueño: un baño caliente, una bebida con leche, lo que tú prefieras. No olvides que tanto el ejercicio como la vida familiar y social son vitales para el bienestar físico y emocional.
4. Relajarte es fundamental. La respuesta condicionada de lucha o huida impide la reducción del estrés porque la relajación se presenta como una amenaza. Sin embargo, no bajas la guardia cuando te relajas; en realidad, recobras la calma. Cada cual lo hace a su modo, por lo tanto, prueba diferentes enfoques conforme a tus hábitos de vida. Vale la pena que consideres ejercicios de respiración y estiramiento, así como también la meditación.
5. Registra el uso de tu tiempo y asegúrate de lograr un adecuado equilibrio entre trabajo y diversión. No postergues tus vacaciones, ni tu esparcimiento habitual. Piensa en ellos como una forma de renovar tus energías tanto en el ámbito laboral como en el doméstico. No caigas en la tentación de creerte indispensable y defender con obstinación tal postura.
Si sigues estos cinco puntos sentirás que has tomado el control de tu propia vida. Acrecentarás las sensaciones de autodominio y autoestima, con lo cual eliminarás el estrés de tu vida.
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